viernes, 19 de enero de 2007

¿QUIÉN ME IBA A MÍ A DECIR...?

¿Quién me iba a mí a decir,
de chiquitita, cuando me metía el dedo,
que iba atragar más polla
que palabras tiene el Credo?

Este bello poema ilustra con meridiana claridad que el futuro nos es siempre desconocido. Sólo es posible atisbarlo con poca precisión y con amplio margen de error. Mediante algunos indicios y comparando con situaciones pasadas, podemos acertar en algunos de nuestros vaticinios. Y, además, si a ello unimos nuestros anhelos y deseos, no es difícil hacer algún pronóstico en parte acertado.

Nuestra situación política actual es bastante confusa. Es difícil pronosticar. Por ello hay que poner toda la carne en el asador, trabajar con ahínco para conseguir los fines deseados y, poco a poco, ir construyendo el futuro.

Nuestro sistema político nos permite elegir un líder al que confiarnos. Entre ellos hay uno que intenta cambiar los métodos, que alimenta la esperanza de su pueblo, y que mantiene una voluntad firme de conducirnos hacia algo mejor. Y hay otro que, teniendo el mismo fin, quiere seguir igual camino que el que se siguió desde la dictadura y los siguientes gobiernos, durante treinta y tantos años, en los que no se ha conseguido NADA de NADA. Cada cual elija lo que quiera. Pero no hay que seguir perdiendo el tiempo en un esfuerzo que NUNCA ha conducido a nada. De tontos es seguir encabezonados como cabestros en vanos intentos de conseguir algo que NADIE ha logrado del modo en que se ha pretendido.

Yo le doy mi confianza al que quiere solucionar el problema cambiando el procedimiento, al que actuando de buena fe, tiene que sortear todo tipo de trabas a su intento de paz.

No debemos seguir pegándonos cabezazos contra la misma pared. Y esa pared se puede derribar ladrillo a ladrillo, no a cañonazos. Ahora bien, dicha pared tiene MUCHO que poner de su parte.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Quitando la parte poética de este escrito -realmente me deja pasmá la belleza que destila- estoy de acuerdo en todo lo que dices; asumiendo, por supuesto, el riesgo que supone el intento.

¡Ay, Cock, si no fueras tan escatológico algunas veces, te querría un poco!

Anónimo dijo...

Mira tú por donde, y a mi que este verso no me ha gustado. Deberias pasar por el blog de Bahhia, a ver si se te pega algo de romanticismo.
Un beso

Anónimo dijo...

¿Qué es poesía...?

Anónimo dijo...

Menudo alivio Cock.... Al leer el título de tu post he pensado por un momento que me ibas a copiar, y que nos ibas a poner aquí la última canción del Bisbal.
Que a estas mujeres no les gusta tu poesía... pues tú tranqui, que algo así padeció Quevedo.
Y ahora ya más en serio, que subscribo todo lo que dices en tu post, y que espero que la cuestión se reconduzca para una pronta solución del problema, si no ya del terrorismo sí que del entendimiento entre nuestros políticos en dicha materia.
Saludos.

Anónimo dijo...

jajajajja Sol, en la variedad está el entretenimiento!!!

Por lo demás, primero pensé lo de Gary, luego leí los versos tres veces xDDD

Construir es lo sabio, pero derribar es más sencillo y más contagioso.